Ayer asistí a la representación de The Master and Margarita por la compañía Complicite. Es una obra espléndida y espléndidamente representada. La fusión de todos los elementos escénicos es perfecta: vídeo, luces, escenografía y actuación. Sin embargo, me dio la impresión que la refinada coordinación del espectáculo suponía la transformación del vanguardismo original en un nuevo “clasicismo”. Después de la Complicite, no podemos pensar ya que el uso del vídeo en escena o de ciertas soluciones en el uso de las luces supongan una ruptura –la “ruptura” vanguardista: el intento de tocar o al menos aproximarnos a lo real rompiendo los códigos establecidos que neutralizan todo intento de cambio. Si queremos romper o agrietar hay que tomar otros caminos.
domingo, 29 de julio de 2012
lunes, 9 de julio de 2012
CUESTIÓN DE FORMA
Hay sin duda una mímesis de lo creativo en la disposición formal magmática o fragmentaria. Sin embargo, aunque la forma en este caso funciona como no sólo como mímesis sino incluso como metáfora del "estado creativo" en general, su eficacia simbólica tiende a menguar. Tienden a ser formas poco "memorables" y a remitir, demasiado a menudo, a lo ya existente - como repertorio de formas, como citas, etc.
Las formas más acabadas se suelen leer como mímesis de lo cerrado y símbolo incluso de una cierta exclusión.
Sin embargo, si ampliamos el campo de observación, podemos considerar que cada pieza singular no es más que un fragmento del conjunto de la producción cultural. En ese sentido su problema no es tanto el de reproducir lo fragmentario y magmático de la experiencia cuanto de asegurar la legibilidad, la eficacia simbólica y la capacidad de ser recordada de cada pieza, para que se inserte en la compleja articulación de la cultura - que es siempre una "creación colectiva".miércoles, 4 de julio de 2012
ECO ON JAMES BOND
Fleming es reaccionario lo mismo que es reaccionario, en su raíz más profunda, el cuento, cualquier cuento; se trata de ese conservadurismo estático, ancestral y dogmático, de todos los cuentos y mitos, que transmiten una sabiduría elemental, contruida y comunicada mediante un simple juego de luces y sombras, y que además la transmiten a través de unas imágenes indiscutibles, que no permiten la menor distinción crítica. Si Fleming es "fascista", lo es porque típica del fascismo es la incapacidad de pasar de la mitología a la razón, y la tendencia a gobernar sirviéndose de mitos y fetiches.
Umberto Eco, El superhombre de masas, Debolsillo 2012. Pg. 202
Umberto Eco, El superhombre de masas, Debolsillo 2012. Pg. 202
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