martes, 15 de marzo de 2011

PELÍCULAS Y VIDEOINSTALACIONES

Una película es un tejido de elementos narrativos, visuales, sonoros. Mejor todavía una sinfonía ya que hay una dimensión temporal con ritmos entrelazados de cada dimensión en juego. Respecto de mis películas mis videoinstalaciones suponen la definición de los motivos - que pueden también ser ritmos entrelazados locales -. La tarea de la videoinstalación es la exploración del tiempo vertical, el tiempo del origen. Un tiempo que luego se integra en la película con los elementos que lo arrastran en el tiempo orizontal - el que va del comienzo al final de la película. La videoinstalación es un loop por definición: vuelve y vuelve como el origen. La película, en cambio, está abierta al tiempo que la atraviesa. Acoplar película y videoinstalación, permite, pragmaticamente hacer un estudio previo del origen de las escenas clave, pero permite, sobretodo, evitar de encargar la película misma de bucear en el origen y generar así unas stasis en el fluir del tiempo orizontal. Al estar conectadas las dos prácticas, las imágenes pueden desplegarse sin limitaciones en la cultura que las genera y a la vez las acoge.
Se trata, además, de prácticas post-consumistas, en tanto que tienen en cuenta la circulación actual de las imágenes audiovisuales, su diseminación y su atomización - es el caso de los merchandising y los videojuegos derivados de las películas -. El intento aquí es generar directamente un mundo de imágenes audiovisuales, cuyos diferentes avatares tengan sentidos complementarios.